Benjamín Equiza es de La Plata, tiene 7 años y es considerado un superdotado. A pesar de sus cualidades fue obligado a repetir de grado, dado que las autoridades le impedían que se adelantara de curso, pero luego protagonizó un fallo inédito que sienta precedente a nivel nacional.

La historia legal comenzó en junio del año pasado, cuando el niño se encontraba cursando medio tercer año y el Ministerio de Educación bonaerense ordenó que retrocediera a hacer segundo a pesar de haber acreditado con anterioridad todos los saberes correspondientes a dicho año lectivo. El fallo judicial que se desencadenó posterior a esta acción es inédito y sienta un precedente histórico en todo el país.

Benjamín de muy pequeño demostró sus bastas cualidades intelectuales. Mientras cursaba el jardín ya sabía leer y escribir, tenía conocimiento de las tablas de multiplicar, a pesar de que nadie se lo había explicado. Según Infobae en el consultorio, la psicóloga determinó que era superdotado con “múltiples potencialidades”, con una facilidad inusual para matemática, pero también un “alto razonamiento verbal, poder de abstracción e inteligencia rica y muy creativa”.

En base al diagnóstico de los especialistas lo pudieron adelantar un año en el colegio, saltando de una sala de 4 en La Plata a primer grado en un colegio privado de La Plata. Luego de que la familia se dio cuenta de que todo lo que le enseñaban al nene, él ya lo sabía, decidieron que rindiera libre segundo grado en la Ciudad de Buenos, con un título de validez nacional, y que cursara directamente tercero.

Aquí comenzaron los problemas legales, dado que La Dirección General de Educación Privada (DIEGEP), que está en la órbita del ministerio bonaerense, desconoció el certificado de CABA y pidió que retrocediera un año a pesar de haber superado la prueba de segundo grado con sobresaliente.

El fallo inédito

La madre del nene expresó: “si todos tuvieran la voluntad de atravesar un juicio y la posibilidad económica, el ministerio de Educación estaría lleno de amparos”. Esto se debe a que en realidad las altas capacidades intelectuales (ACI) son bastante habituales, dado que se calcula que alrededor del 15% de los chicos la tienen y entre ellos el 2% son superdotados.

“Ellos tienen una manera de aprender distinta. Cuando reciben una información, en su cabeza se abre un abanico de posibilidades. En cambio, cuando le dan algo simple se aburren, se aíslan y en algunos casos somatizan. Benja tenía vómitos cíclicos por las noches sin ninguna razón”, describió Heit.

El fallo inédito tuvo lugar el 10 de febrero por parte del juez Federico Atencio, del Juzgado de Garantías N°1 de la provincia de Buenos Aires. La sentencia revalidaba el certificado de CABA y rechazaba la orden de retroceso del ministerio, por lo que Benjamín, con tan sólo 7 años, estaba en condiciones de iniciar cuarto grado.

Fabiana Rogliano, la abogada de la familia, especializada en niñez y adolescencia expresó “si bien era lo que buscábamos, todavía faltaba una parte importante. Por eso planteamos la revisión […] faltaba que se le exigiera al ministerio de Educación elaborar un plan pedagógico específico para Benjamín, que también se pueda aplicar a chicos de similares características”.

Finalmente, el 3 de marzo se dictó un nuevo fallo donde se ordenaba a la Dirección General de Cultura y Educación bonaerense diseñar un programa en conjunto con el colegio para la trayectoria escolar del niño.

“A estos chicos se los discrimina por dos vías. Primero se vulnera su derecho a la educación, que está contemplada por la misma Ley de Educación Nacional. Segundo se vulnera su derecho a la salud porque termina afectando su psiquis. La educación debe prevalecer para el bienestar de la sociedad”, dijo Rogliano y agregó: “este fallo es el primero que se logra en el país. Hasta entonces, ningún juez había ordenado a las autoridades educativas diseñar un programa para un chico con altas capacidades. Sin dudas sienta un precedente a nivel nacional”.

Con información de Infobae