El país nórdico fue uno de los pioneros en plantear semanas laborales de 4 horas, de hecho implementaron durante 4 años una prueba, donde mas de 2500 empleados de distintos sectores fueron parte del experimento.

Desde 2015 a 2019 Islandia probo una semana laboral de 4 días, con 36 de horas de trabajo y sin reducción de sueldos y aseguran que el resultado es de un éxito abrumador ya que esto se reflejo en la productividad y el bien estar.

El análisis del proyecto arrojo que con semanas reducidas, las personas son mas productivas, mas felices y mas saludables, además los participantes del proyecto destacan sentirse «menos estresados y manifestaron que su salud y el balance de su vida personal y laboral mejoró.»