Cambio climático: Estados Unidos vuelve al Acuerdo de París

 

El Acuerdo de París, es un tratado firmado en abril de 2016, no solo por las principales potencias del mundo, si no que por la mayoría de los países del mundo, 195 para ser exactos, donde se busca frenar el cambio climático, que pone en peligro tanto los recursos naturales como a la misma humanidad, mediante la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.

La noticia hoy, es que Estados Unidos, regreso formalmente al Acuerdo de París, luego de que el ex presidente Donald Trump haya abandonado el tratado en sus primeros meses de gestión.

«Es un buen día en nuestra lucha contra la crisis climática, ya que Estados Unidos es una vez más Parte del Acuerdo de París. El trabajo para reducir nuestras emisiones ya comenzó, y no perderemos tiempo en involucrar a nuestros socios en todo el mundo para construir nuestra resiliencia global», marcó desde Twitter el secretario de Estado, Antony Blinken.

Mientras Biden, que busca despegarse de su antecesor, convoco para el 22 de abriluna cumbre de líderes mundiales para hablar precisamente de este desafío, un foro que servirá de preámbulo para la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de Naciones Unidas que acogerá Glasgow en noviembre.

El Acuerdo incorpora los compromisos de todos los países de reducir sus emisiones y colaborar para adaptarse a los efectos del cambio climático, así como los llamamientos a los Estados para que fortalezcan sus compromisos a lo largo del tiempo.

Algunos de los puntos del Acuerdo de París son:

 

  • Mantener el aumento de la temperatura media mundial muy por debajo de 2 °C con respecto a los niveles preindustriales y proseguir los esfuerzos para limitar ese aumento de la temperatura a 1,5 °C con respecto a los niveles preindustriales, reconociendo que ello reduciría considerablemente los riesgos y los efectos del cambio climático;
  • Aumentar la capacidad de adaptación a los efectos adversos del cambio climático y promover la resiliencia al clima y un desarrollo con bajas emisiones de gases de efecto invernadero, de un modo que no comprometa la producción de alimentos;
  • Situar los flujos financieros en un nivel compatible con una trayectoria que conduzca a un desarrollo resiliente al clima y con bajas emisiones de gases de efecto invernadero.

 

 

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