La victoria del caballo “El Rayo”del Stud Doña Julia de Corrientes, quedó tildado de tragedia cuando al finalizar la carrera cuadrera en el Hipódromo de San Francisco, dos de los participantes del evento de 400 metros de distancia y la principal atracción de la tarde murieron. Se trata de los ejemplares “Emperador” de Misiones y “Forastero”de Chubut.
Lo que debía ser una verdadera fiesta hípica como lo era la carrera cuadrera más importante del país, pasó a ser una tarde de tristeza, dudas y denuncias. Además, en las páginas de internet y cuentas de redes sociales que siguen de cerca este tipo de eventos y difunden información al respecto, publicaron que otros dos caballos, Rayo (el ganador) y Apolo, tuvieron “complicaciones”.

Por un lado las entidades relacionadas a la defensa de los animales mostraron su malestar mediante redes y desde el Jockey Club realizaron las exposiciones judiciales en la Policía Judicial de la Provincia de Córdoba informando lo sucedido y reservando la posibilidad de iniciar las acciones judiciales pertinentes dependiendo de los resultados analíticos. Además publicaron un comunicado desligándose de responsabilidades y adjudicando estas únicamente a los organizadores del evento tras lo sucedido el domingo 28 de noviembre.
«El día sábado 27 y domingo 28 del corriente mes, en San Francisco se llevó a cabo en el predio del Hipódromo Oscar C. Boero la Copa Challenger, una tradicional carrera cuadrera que involucra caballos y público de todo el país. La misma fue llevada a cabo por su organizador responsable oriundo de la ciudad de Reconquista (Santa Fe) quien nos solicitó la concesión del predio, atento a la ubicación periférica de San Francisco y del Hipódromo dentro de la misma, como así también por la superficie, las instalaciones y servicios con los que contamos», explicaron las autoridades del Jockey Club.
«Desde el Hipódromo Oscar C. Boero concesionamos el predio, a los efectos de coadyuvar al turf nacional, cumpliendo con los requisitos legales, protocolares y administrativos vigentes, responsabilizándose el organizador del mismo, mediante una carta compromiso, a desarrollar el evento de igual manera», agregaron.
La muerte repentina y a escasos minutos después de finalizar la carrera, causó conmoción entre los participantes y el público presente, y alertó a todo el ambiente que se mueve en torno a este tipo de actividad.
Estas carreras son muy promocionadas y atraen a muchos espectadores a nivel nacional. Los premios para los ganadores son sumas de dinero millonarias. Son eventos que evocan a tradiciones campestres pero que no cuentan con ningún respaldo institucional del turf oficial.
Las competiciones del turf oficial son llevadas a cabo no por personas particulares, sino por organizaciones como en los hipódromos, montando espectáculos con normas, controles veterinarios e instituciones que respaldan la competencia, priorizando así la salud de los animales. Las carreras cuadreras por su parte, son realizadas por personas particulares.