Detuvieron al vicepresidente de Colón de Santa Fé y al líder de la barra brava por el apriete a los jugadores. Se realizaron más de 10 allanamientos en simultáneo en distintos barrios de la provincia.
Además hay otros cinco detenidos entre los cuales se encuentra otro dirigente del club. Ante esta polémica que abre de nuevo las relaciones turbias entre las dirigencias de las instituciones deportivas y las barras bravas, el partido de Colón ante Argentinos Juniors que se disputará esta tarde, será a puertas cerradas.
Un nuevo escándalo sacude al fútbol argentino, esta vez el involucrado es Colón de Santa Fé, y todo comenzó por el apriete que sufrieron sus jugadores. Por estas horas la investigación avanza y promete ser más profunda, esperando resultados profundos y ejemplares castigos. Hasta el momento tres hombres de fuerte poder en la institución fueron detenidos: dos dirigentes y el líder de la barra.
En las primeras horas de este lunes y por orden de la fiscal Laura Urquiza, se llevaron adelante en la ciudad de Santa Fe y Santo Tomé, más de 10 allanamientos en simultáneo que dio como resultados la detención de siete personas.
Uno de los detenidos es Horacio Darrás, vicepresidente del club, quién está acusado de ser uno de los que ideó el apriete a los jugadores. También fue detenido Nano Leiva, jefe de la barra brava de Colón y Lucas Paniagua, otro dirigente del sabalero.
El Ministerio Público de la Acusación (MPA) informó también que en algunas de las viviendas allanadas en el marco del expediente en las primeras horas de hoy “se secuestró droga y dinero en efectivo”.
Cómo fue el apriete a los jugadores de Colón
Todo comenzó con una investigación de oficio en el Ministerio Público de la Acusación, que apuntó a una serie de aprietes que sufrieron varios jugadores de la institución sabalera mientras realizaban una práctica, el pasado 20 de septiembre. A raíz de esta se produjeron las detenciones.
Ese día un grupo de barras ingresaron al predio y fueron hacia donde estaban los jugadores, entre ellos, Paolo Goltz, Luis Miguel “Pulga” Rodríguez, Rafael Delgado y Ramón “Wanchope” Abila.
Hubo recriminaciones, insultos y empujones hacia algunos futbolistas, que no pasaron a mayores ante la rápida intervención de la fuerza policial.
Después de estos sucesos, los jugadores decidieron dejar de entrenar como medida de fuerza y además prestaron declaración en la Justicia dando su versión de los hechos, que terminó con las detenciones antes mencionadas.
