Mirian Rodríguez, es una mujer emblemática para México y para el mundo, debido a la historia de su lucha por encontrar los culpables del secuestro y asesinato de su hija Karen Alejandra Salinas Rodríguez de tan sólo 16 años.
La mujer llevó a cabo diferentes estrategias para dar con los delincuentes. Para su trabajo de investigación, ella tuvo que cambiar su apariencia física para pasar desapercibida, por lo que se cortó el cabello, se lo pintó, se hizo pasar por una encuestadora, trabajadora de salud y funcionaria electoral para ubicar nombres y direcciones necesarios.
Bajo el mismo objetivo, inventó excusas para conocer a sus familias: abuelas y primos que, sin saber, le daban los más mínimos detalles. Los registraba en un cuaderno que guardaba en un maletín negro donde estaba su laptop con la que realizó la investigación de rastreó, uno por uno, a los responsables.
Con todos los datos que iba recopilando, fue reconstruyendo los lugares comunes donde se encontraban los secuestradores y asesinos. Conoció a sus amigos, sus ciudades de origen, su niñez, quería ser lo más certera posible en los datos, para que estos fueran detenidos y pagaran por el crimen de su hija.
Un dato muy sobresaliente fue cuando descubrió que formaron parte del Cártel de los Zetas y con ello, luego de meses de rastreo, logró que realizara la captura de 10 miembros de la célula del crimen organizado.
Todas estas detenciones las logró en tres años de poner su cuerpo para lograr justicia. Algunos de los secuestradores tenían vidas nuevas, uno había renacido como cristiano, una mujer se convirtió en taxista, un sujeto se dedicaba a la venta de coches y una era niñera.

La muerte de Miriam Rodríguez, una mujer que hizo historia
Luego de atrapar en total a 10 personas involucradas en el crimen organizado, la mujer pidió al gobierno algún tipo de protección, pues temía por su vida. Más aún después que su historia saliera a la luz y su cara se visibilizara en todos los medios.
Lamentablemente, su miedo se convirtió en realidad el 10 de mayo de 2017, paradójicamente justo el Día de las Madres. Fue asesinada a tiros en frente de su casa, su esposo que se encontraba adentro de la casa al momento del hecho, la encontró tirada boca abajo en la calle, con la mano en su bolsa junto a la pistola.
San Fernando, municipio de Tamaulipas, cambió luego de conocer la historia de Miriam Rodríguez. Relatada a través de archivos, declaraciones de testigos, confesiones de los criminales y decenas de entrevistas con autoridades, amigos y funcionarios, provocaron que fuera inmortalizada en los medios de comunicación, con una placa de bronce en la plaza principal y, también su historia fue llevada a la pantalla grande.