Higui, inició el juicio por homicidio y no por violación

En 2016, el nombre de Higui resonó por todos los rincones de Argentina, y es que la víctima del intento de violación fue presa por defenderse de su agresor.

Bella Vista, Buenos Aires. Higui trabajaba «haciendo changas» en establecimientos y jardines particulares. Su vida se resumía en trabajar, volver a su casa y jugar al fútbol. Con esto último Eva Analía De Jesús se hizo del apodo Higui, por su similitud al excéntrico exarquero colombiano René Higuita.

Con ropa suelta y/o deportiva, Higui transitaba poco por las calles debido a los comentarios y agresiones constantes que recibía por su vestimenta y su elección sexual. Durante el año 2016, Higui relató cómo vecinos la insultaban y se burlaban por su vestimenta y por ser lesbiana. Creció acostumbrada a los golpes e insultos y aprendió a ser independiente a los 13 años, edad en la que dicidió huir de su casa debido a las constantes violaciones que sufría por parte de su padrastro. Decidió mudarse del barrio en el año 2002, debido a una fuerte paliza que le propinaron un grupo de hombre. Como consecuencia de ése hecho terminó varios días internadas. El volver a su casa nofue tan placentero dado que había sido quemada mientras ella estaba internada. Pero su hermana y amigos aún vivían en ése barrio, asi que era recurrente que fuese a visitarlos y llevase consigo una navaja para protegerse. Pero una de las visitas a su hermana no salío bien…

Domingo 16 de octubre del año 2016. Higui se cruzó de camino a casa de su hermana con un grupo de hombres, quienes al grito de «Vas a conocer lo que es bueno» y «te voy a hacer sentir mujer, forra lesbiana», intentaron hacer una violación correctiva a Higui. Ella puso resistencia y en un intento por defenderse sacó su navaja y apuñaló a Cristian Espósito.

Higui esperó con la ropa descagarrada e inconsciente a la llegada de la policía bonaerence.

Juicio a Higui

Los familiares de Cristian Espósito decidieron presentar la denuncia contra Higui por asesinato. Pedido que la fiscalía tomó y ejecutó con pronta respuesta.

Higui fue puesta en prisión preventiva. Denunció ante la policía el intento de violación pero fue rechazada en la misma comisaría porque a juicio de los policías, Higui es «negra», «fea» y «¿Quién te va a querer violar a vos, gorda?».

Casi ocho meses fueron los que Higui estuvo en prisión, ya que por presión de los grupos feministas, Higui fue liberada.

Luego de 6 años, la Justicia inició el juicio contra Higui por el homicidio de Cristian Espósito. Higui se sienta en el banquillo de los acusados durante las cuatro jornadas que durará el juicio (15, 16, 17 y 22 de marzo). Los 16 testigos declararán a favor de Cristian Espósito, la única testigo que declara a favor de Higui es su abogada Claudia Spatocco.

Spatocco declaró hoy que “la Señora Eva De Jesús fue víctima de un ataque e intento de violación grupal correctiva, dada la orientación lesbiana de la aquí imputada, perpetrado al menos por dos varones cisgénero”. Además concluyó que «hay muchísimo interés en saber qué es lo que puede pasar cuando vos te defendés de un ataque grupal de unos varones heterocisgénero», declaró la abogada de la acusada a Télam. «Esperemos que se haga justicia, aunque el camino va a ser bastante duro».

Los jueces Gustavo Varvello, Germán Saint Martin y Julián Descalzo presidieron la primera de las cuatro audiencias previstas, en la que estuvieron presentes las partes, familiares de la víctima Cristian Espósito, y funcionarias de distintas áreas.

Simplemente Higui

Higui, junto con su abogada y su psicóloga, hablaron frente a los medios para contar cómo viven todo el proceso.

Raquel Disenfeld, es psicóloga de Higui, y relata que Higui tiene problemas para dormir y que sueña de manera recurrente con aquel episodio, con sombras que la ultrajan llevándola otra vez al infierno de su infancia. “Lo que venimos viendo es que la vara de la Justicia lamentablemente no es la misma para todos”, se lamenta la terapeuta.

Spatocco: “Higui dice: ‘yo no sabía que tenía derechos’. Con cuarenta y pico de años, el primer contacto que tiene con el Estado, que es el que tiene la obligación de asegurarle los derechos, es el sistema penal. Eso pasa en los barrios. Y, por otra parte, se les exige a las mujeres que sean buenas víctimas. Que agachen la cabeza, que se la banquen, que vayan a denunciar. No sé para qué, porque todas las muertas por femicidio tenían denuncias”.

“Pensamos que se trató de un caso clarísimo de legítima defensa, pero este instituto de la legítima defensa tiene que ser visto desde una perspectiva de género, porque está pensado para dos varones que pelean. No está pensado para casos en donde una de las partes sea una mujer. Si a un señor le quieren robar y lo amenazan sin armas, el señor no puede sacar un revólver y matarlo porque eso sería exceso de legítima defensa. El medio que elegís tiene que tener proporcionalidad con la agresión. Ahora, ¿qué pasa si se trata de una mujer atacada por más de un hombre?”, añadió la abogada.

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