Neuquén.
Un hombre cambió de género tras sentirse en desventaja ante la Justicia por ser varón. Declaró ante la prensa que ahora que esta acreditada como mujer se siente protegida.
Eduarda Horacia Becerra, como figura ahora en su nuevo documento, solicitó el cambio de género en su DNI tras ser acusado por su ex pareja de cometer violencia de género y abusar de su hija. Estas acusaciones, para Eduarda, no fueron comprobadas sino que la Justicia favorece a las mujeres en este tipo de casos en lugar de ampliar la investigación.
«La relación con la madre, mi ex pareja, siempre fue la mejor. Pero cuando decidí terminar con la relación, cambió todo y pasé a ser desde violento o pedófilo a enfermar a la gente y una serie de acusaciones increíbles”, contó Eduarda a C5N.com
En declaraciones ante la prensa, Eduarda Horacia, mencionó el favoritismo de la Justicia hacia la mujer: a su entender, si se mantenía como hombre, no podría acceder a la custodia de su hija. Además la Justicia no lo defendía de la familia de su ex pareja de quienes recibía agresiones.
Tras recibir el 4 de enero su nuevo DNI, dijo sentirse más defendida «ya que sufría todo tipo de violencia y por mi género de varón, no podía defenderme sin perder el contacto con mi hija”.
Eduarda no busca demostrar su cambio de género ante la Justicia, sino que usa la Ley de Identidad de Género como una estrategia para ser juzgado bajo la misma mirada que su ex pareja. “Mi deseo más que de ser mujer fue y es el de ser mamá”, afirmó.
El vacío legal en la Ley de Identidad de Género
Eduarda Horacia se amparó bajo la Ley argentina de Identidad de Género, la cual no exige un cambio de género físico ni pericias psicológicas, sólo exige la voluntad y sentido de pertenencia al género que se busca cambiar. Con este tecnicismo, Eduarda logró obtener el cambio de género.
«Este hecho fue condenado públicamente por algunas instituciones vinculadas a los derechos de las mujeres y tildado de oportunista y fraudulento. El caso, al igual que otros ocurridos en el pasado, agitó las aguas respecto a los límites en la utilización de la Ley de Identidad de Género (LIG), que al no exigir más que la expresión de la simple voluntad, posibilitaría un abuso por parte de quienes intenten sacar ventaja identificándose de un modo distinto al asignado al momento de su nacimiento», afirman desde Página12.
Varios especialistas declararon que este tecnicismo no es fraudulento ya que la no se exige la condición de transgénero sino que pide seguir los procesos legales oportunos. Dado de Eduarda Horacia obtuvo su DNI con el cambio de género que solicitó, demuestra que siguió el proceso legal correspondiente.
Pero el caso de Eduarda es uno más de entre los muchos que pueden aprovechar los vacíos legales que deja la Ley de Identidad de Género. Desde el colectivo LGTB, habían señalado que existía esta oportunidad, pero creyeron que se usaría para acceder a los beneficios sociales que otorga el Estado Nacional al colectivo de mujeres y al colectivo LGTB.
La Ley de Identidad de Género fue aprobada el 9 de mayo de 2012 en el Congreso Nacional y busca defender los derechos que tienen los ciudadanos argentinos para decidir cómo debemos percibirnos.
