Con las fiestas de fin de año y el verano cada vez más próximos, además del relajamiento de las medidas de restricción con el fin de reactivar la economía y sin la posibilidad —todavía— de una vacunación masiva que pueda traer un poco de alivio a meses de un virus circulando por el mundo, comienza a preocupar, entonces, la posibilidad de un rebrote o segunda ola.
Sobre esto alertó, recientemente, el ministro de Salud bonaerense Daniel Gollan, quién en una conferencia de prensa sostuvo que «Si nos descuidamos en nuestra provincia y en el país, si nos relajamos, dejamos de cubrir la nariz y la boca y seguimos juntándonos con mucha gente desconocida, no cumpliendo con todos los protocolos, vamos a tener un rebrote».
Según la subsecretaria de Gestión de la Información, Educación Permanente y Fiscalización del mismo ministerio, Leticia Ceriani, «En nuestro país, el número de casos diarios viene aumentando en relación a días anteriores y el nivel de caída de la curva de contagios esta más enlentecida, es decir, venía reduciéndose y ahora frenó».
Ahora, ¿hay datos que nos estarían anticipando un rebrote? ¿Qué debemos hacer en tal caso? ¿Qué riesgos existen?
“Veníamos de un descenso sostenido y en los últimos días estamos notando un rebote. Nos preocupa mucho porque lo relacionamos con lo que estamos viendo diariamente en las calles, vemos el no cumplimiento de las medidas de cuidados” alertó el ministro de @SaludBAP. pic.twitter.com/O5qv5bCiqj
— UNSAM (@unsamoficial) December 16, 2020
También en Río de Janeiro, Brasil, que declaró bandera roja por el alto riesgo de colapso de la atención médica, llevando a un aislamiento social completo y dando marcha atrás en las medidas de flexibilización adoptadas hasta ahora.
Fuera del continente americano encontramos más casos: en Madrid, España; un repunte en los nuevos casos de covid llevó a las autoridades a reducir de 10 a seis las personas que se pueden reunir en Navidad estableciendo el toque de queda de los días 24, 25 y 31 de diciembre y el 1 de enero a la 1.30 de la madrugada; mientras que comunidades como Cataluña, Castilla y León, País Vasco, Aragón o Valencia, avisaron que no descartan endurecer las restricciones para las próximas semanas si los contagios siguen la tendencia ascendente que se observa en los últimos días.
Alemania, después de salir relativamente bien parada durante la primera ola y con un pico máximo de unos 6.000 contagios, los últimos días mostró cifras por encima de los treinta mil, números nunca antes vistos en el país.
En caso de haber un rebrote en nuestro país , Pedro Cahn, médico infectólogo y Director Científico de Fundación Huésped, advierte que habría que reducir la circulación de gente. «Se está tratando de evitar, pero si llegara a ocurrir… Así como Alemania tuvo que cerrar todo hasta el 10 de enero, Chile estableció toque de queda y España permite las reuniones de Navidad hasta ciertas personas, habrá que fijar distintas medidas».
«Nadie desea que eso ocurra porque estamos todos muy cansados, pero peor que una vuelta atrás —en algunas jurisdicciones, porque tampoco habría que hacerlo en todo el país— sería tener que empezar a contar la cantidad de fallecidos con un número mucho mayor que el actual».
Por eso, recomienda: «Siempre al aire libre es mejor que estar adentro. Las reuniones, con la menor cantidad de gente posible, idealmente menos de diez. Siempre que se pueda, si hay un patio usar el patio, si hay jardín usar el jardín, si hay una terraza usar la terraza».
«Tratar de estar con barbijo todo el tiempo excepto cuando se está ingiriendo alimentos o bebidas. Y si no hay otra alternativa o el día está muy feo y no se puede estar afuera, tener ventanas y puertas abiertas; todo lo que permita circulación de aire porque evidentemente el peor escenario es mucha gente, en un lugar cerrado, sin circulación de aire, sin barbijo, cantando, gritando, riendo, porque basta con que una sola persona tenga coronavirus para que tengamos un brote familiar».
A estos consejos, Quiroga agrega: espaciar las reuniones sociales (mínimo cinco días entre una reunión y otra, si es posible más); sostener los cuidados aunque nos sintamos bien, «sobre todo en la gente joven, hay un gran porcentaje de infectados que no tiene ningún síntoma y sabemos que contagian igual»; y con respecto a navidad en particular, no hacer juntadas sociales de acá hasta esa fecha.
«Esa sería una forma de reducir al mínimo el riesgo de llegar infectados a Navidad, en particular importante porque ahí nos vamos a reunir con mayores de 60, que se han venido cuidando bastante más que el promedio y que sabemos que son los que la pasan peor cuando se infectan».
