Durante una presentación, Rohit Prasad, videpresidente y científico jefe del equipo de Alexa, explicó que el robot puede ser entrenado para imitar la voz de un humano.
Para que esto funcione es necesario que el dispositivo pueda escuchar la voz de la persona que se desea copiar por al menos un minuto.
Tamara Cavenett, presidenta de la Sociedad Australiana de Psicología, le dijo a la ABC que si bien esta tecnología puede ayudar a quienes estén atravesando un duelo a lograrlo más fácilmente, también advirtió que podría ser contraproducente: «Es posible que las personas hablen indefinidamente e inhiban su capacidad para aceptar su pérdida y seguir adelante».